¿Sabes lo que es Comfort Food? Es un concepto culinario que ha creado tendencia y que tiene tantos defensores como detractores. Te contamos qué tiene de especial y cuál es la mejor forma de ponerlo en práctica para compatibilizarlo con una alimentación saludable. ¡No te lo pierdas!
¿Qué es el Comfort Food?
Comfort Food o los también llamados Alimentos Comfort son esas recetas que nos reconfortan. Seguro que te vienen a la cabeza unos cuantos platos de esos que además de saciar tu sensación de hambre, es como si te alegrasen el alma.
Este término comenzó a utilizarse en EEUU en la década de los años 2000, aunque es un concepto que viene muy de antiguo. Tras el estallido de la crisis de 2008, muchas personas buscaban una sensación de seguridad y tranquilidad, y la encontraron a través de la cocina, de los platos tradicionales que les evocaban épocas felices. La Comfort Food se convirtió en una válvula de escape, y la tendencia parece haber cobrado un nuevo impulso estos días.
Este concepto culinario apuesta por platos simples, caseros y por recetas tradicionales, de la abuela, las de toda la vida. Se trata de un regreso a lo básico, a tus orígenes. Así que recupera la cultura gastronómica y el recetario que se va transmitiendo dentro de cada familia, de generación en generación.
¿En qué consisten los platos Comfort Food?
Los platos que honran este término serían las cremas de verduras, sopas tradicionales , como la sopa de ajo, el caldo de verduras preparado a fuego lento, las legumbres estofadas, el potaje de garbanzos o las lentejas con arroz. Y ¡como no! los postres como el arroz con leche, las natillas o un bizcocho.
Pero también, los alimentos independientes y tradicionales, como la Mantequilla de verdad, el sabor a Leche fresca, auténtica, el punto de miel o especias como la canela, presente en alimentos como el Porridge de Avena Asana.
En definitiva, platos y alimentos que te reconfortan el corazón.
Y, ¿por qué la comida comfort nos hacen sentir bien?
Todos estos platos y alimentos Comfort Food tienen un denominador común, y es que poseen el mismo poder emocional de los perfumes. Un aroma o un sabor determinado puede llevarte a un estado emocional concreto.
Y esto se debe a que el olfato es nuestro sentido más instintivo. Los aromas van directamente al sistema límbico, que es la parte más primitiva del cerebro. Es el lugar donde se procesan las emociones y la memoria. Por ese motivo, oler tu plato favorito de la infancia te lleva a sentir la seguridad y conexión de cuando eras niño
Y ¿qué no es considerado un plato Comfort Food?
El Comfort Food nada tiene que ver con recetas exóticas (salvo que pertenezcan a tus orígenes), con preparaciones elaboradas o modas, como las esferificaciones, trampantojos o las tortillas deconstruidas.
Pero el comfort food puede tener una cara oscura. Se ha descrito que hasta un 60% de este tipo de comida no es saludable y que erróneamente se utiliza creyendo que va a aliviar sentimientos negativos.
Si, es cierto que la mezcla de alimentos no saludables cargados de carbohidratos, grasas saturadas y sal pueden proporcionar un placer momentáneo y efímero. Esto ocurre porque hay una liberación de dopamina, neurotransmisor encargado de regular nuestro sistema de placer, como ocurre con el chocolate y los dulces.
Comfort Food saludable
Pero hay que tener claro que esa sensación de alivio es únicamente por la mera distracción de paladear la consistencia cambiante de estos alimentos. Estos alimentos a menudo se consumen cuando uno se siente triste, estresado o nostálgico, ya que se cree que proporcionan una sensación de consuelo y satisfacción.
Lo que creías que era Comfort Food y te reconfortaba el alma, no sirve en realidad para nada más que para engordar. Por eso elige esas comidas tradicionales menos calóricas y más saludables. Las legumbres, por ejemplo, son un alimento con enormes propiedades nutricionales. Otra cosa es que les añadamos aderezos que no lo son tanto.
Así que no conviertas el Comfort Food en tu enemigo. Sólo busca las recompensas saludables para hacerte sentir emocionalmente bien.
Autor: Itziar Digón
Psicóloga y Nutricionista